22 nov 2011

"PERSONAS ESTOI ENAPUROS..."

Desde mis últimos post sobre la lectoescritura ha habido en mi casa avances importantes en este tema. Hemos retomado el constructivismo con más fuerza que nunca. He observado que si seguíamos por el camino de aprender las habilidades lectoras mi hijo acabaría sabiendo leer de forma mecánica, pero no sabiendo realmente interpretar los escritos.

Así que para entender la importancia de saber leer y escribir inventamos un juego muy divertido.

A raíz de que vimos la semana pasada la película de Mulan 2 (solemos ver una película cada semana o cada quince días), en la que hay un dragón que intenta separar a una pareja de novios, se nos ocurrió jugar a Mulan. Uno de nosotros hace de uno de los novios y mediante el dragón le manda una carta a su enamorado/a. El dragón lee la carta y cambia algunas palabras para que en lugar de ser una carta de amor sirva para enfurecer a los novios y que se peleen entre ellos.

Es sorprendente lo mucho que sabe escribir. Por supuesto juntando muchas palabras y sin pizca de ortografía (método fonético puro y duro), incluso me ha sorprendido que apenas se come alguna que otra letra. También está avanzando en leer, aunque le sigue costando más.

Ayer nos sucedió un hecho curiosísimo. Nos pusimos a hacer este experimento para saber qué hay dentro de un pañal que vi en el blog de http://www.experciencia.com/ un blog, por cierto, que me encanta.

Pero la cosa se complicó un poco, la pequeña Z. se empezó a empapar y a resbalar, y a la vez me llamaron por teléfono, era un caos. Mientras tanto D. estaba completamente alucinado con la textura gelatinosa en que se habían convertido los más de dos litros de agua que habíamos vertido en el pañal. Pero llegó un momento en que empezó a desfasar un poco y a esparcirlo todo, como yo estaba un poco saturada le dije que parase y me esperara en un tono un poco autoritario, con lo cual el pobre interpretó que estaba enfadada y decidió limpiar el desaguisado.

La consecuencia inmediata fue que atrancó completamente el desagüe del lavabo.

Cuando llegué casi me da un pasmo y le dije que debería haberme hecho caso, que estamos en medio de una mudanza y ahora además tendríamos que llamar al fontanero (al final no hizo falta porque sólo fue necesario desmontar una pequeña parte de la cañería y el sifón). En ese momento estaba atendiendo a muchas cosas a la vez y bastante estresada.

Así que D. decidió ayudar y se fue al salón, cogió un papel y escribió esta nota:

PERSONAS
ESTOI ENAPUROS
LLAMAR AL FONTANERO

Y después la tiró por el balcón para pedir ayuda.

Luego me lo contó y bajamos a la calle y pude ver la nota, muy bien escrita, se entendía a la perfección, y me reí muchísimo.

Es un sol!!!!

Y le hace mucha ilusión poder empezar a comunicarse por escrito, ahora lo veo bastante motivado, igual con la lectura todavía no mucho, pero está pasando unos días que le encanta ver que puede escribir casi lo que quiera, y siente el poder!!!!!!

16 nov 2011

Mudanza

Definitivamente vamos a mudarnos de casa a final de este mes. Ha habido muchas dudas en el proceso, ha sido una decisión muy dura de tomar para mí. Esto supone abandonar la casa donde nació mi hija pequeña. No es que llevemos mucho en esta casa, apenas tres años, además ya debería estar acostumbrada a las mudanzas, llevo diez a mis espaldas... pero no sé, es como si siempre se quedara algo de mí en las casas que abandono... snifff

Ahora me da pena ir viendo cómo vamos vaciándolo todo:


Este es el aspecto que presenta ahora lo que ha sido nuestro hogar...



Aún nos quedan unos días para irnos despidiendo. Espero que D. no lo pase muy mal, le encantaba su casa, no hay muchas en las que puedas ir en patín o en bici por los pasillos, que tengan unas terrazas tan enormes y soleadas, que den tanto juego a los niños para trepar, correr, esconderse y vivir.

Él, por supuesto, no se quería ir,... ¡ni yo! pero a veces la realidad manda...

15 nov 2011

Cocinar

En las últimas semanas a D. le ha vuelto la fiebre repentina por la cocina.

He de decir que no siempre está intersado en cocinar, pero que cuando lo hace nos deja ojipláticos. Es un niño con una capacidad altísima para la cocina. Inventa casi siempre sus propias recetas, y aunque siga algunas que le gustan siempre hace variaciones. Con el paso del tiempo he aprendido a confiar en su instinto, porque casi siempre lo que hace está realmente bueno.

El otro día a las 10 de la noche se le antojó que quería hacer unos pastelitos con huevo, harina, cacao y azucar. Se acostó enfadado, pero con la promesa de que los haríamos al levantarnos. Seguimos su receta, tal y como él la tenía en su cabeza. Y le salieron una especie de brownies o magdalenas de chocolate densas, pues estaban riquísimas.


La otra noche se quedó a dormir en casa de su yaya. Me dijo que para cenar le había pedido que le hiciera unos huevos fritos con cebolla y pimiento. Me contó que le dijo que primero había que freir la cebolla y los pimientos antes de echar los huevos, porque sino las verduras quedarían crudas.

La yaya ya no se sorprende porque él le dicta un montón de recetas, pero yo me di cuenta, con esta explicación, que maneja muy bien un montón de bases culinarias que yo aprendí a una edad mucho más tardía.

Por supuesto no siempre acierta, las magdalenas de chocolate quería cocerlas en el microondas, y a veces quiere echar demasiado de algo o nada de cosas necesarias. Aún así sabe mucho de cocinar. Sabe hacer mayonesa, bechamel, sofritos para platos más elaborados, muchas clases de tartas, etc.

Hace unos días hizo estos aperitivos con tomates cortados, huevo duro y mayonesa. Los sacó de un libro que era mío "Manual de la bruja".



Hoy quería hacer otra receta de ese libro, y ha elegido la "tarta de setas venenosas". Como suele hacer ha cambiado los ingredientes, ha quedado no solo bonita, sino también riquísima.


Por si os interesa:
exterior: masa de pan o pizza fina.
interior: cebolla, pimiento rojo, champiñones, setas, carne picada (todo sofrito) y bechamel todo revuelto.

Edito para aclarar, por si acaso no quedó claro, que POR SUPUESTO, todo esto lo hace con mucha ayuda!!!! De hecho los demás hacemos mucho más que él, pero sí que "dirige" la receta cuando es suya la idea.

En la tarta por ejemplo él eligió los ingredientes, cortó las setas y los champiñones, rehogó la carne, ayudó a hacer la bechamel un rato (luego se cansó) y ayudó a hacer la calavera. Pero está claro que aunque no haga él la mayoría de las cosas, sí que sabe cómo se deben hacer, y creo que eso es bueno.

14 nov 2011

Lectoescritura (otra de arena)

Ahora mismo me siento feliz y muy a gusto con muchos de los aspectos de la educación de mi hijo mayor que hace tan solo unos meses que me agobiaban.

El año pasado más o menos por estas fechas tuve que cambiar el chip, pasé de ser una mamá que trataba de luchar por un proyecto de escuela libre o activa para la educación de sus hijos a ser una mamá homeschooler. El proyecto se vino abajo, y con ello tuve que asumir un papel que, por alguna extraña razón, nunca me había planteado que podría llegar a desempeñar.

Es curioso... no tenía un plan B. Confiaba tanto en el proyecto de colegio alternativo que ni se me ocurrió pensar en "qué pasaría si..."

En ese momento todo me quedaba un poco grande, no sabía si sería capaz de sacar esto adelante.

Ahora me siento muy bien.

La educación en familia ha pasado a ser algo que siento como lo más natural y lo mejor para mi hijo en esta etapa de su vida en la que nos necesita tantísimo todavía y que necesita abrirse al mundo poco a poco de forma sosegada y sintiéndose bien acompañado.

De momento sigo pensando que me gustaría poder disponer de un colegio distinto a lo tradicional para cuando sea más mayor. Creo que en el futuro mi hijo necesitará algo más que lo que le podemos aportar en casa (aunque ahora ya no sé si llegado el momento cambiaré de opinión), y me gustaría que pudiera aprender en un lugar donde la prioridad en la educación siguiera siendo la que es en nuestra casa, es decir: mantener y preservar el gusto y el disfrute por aprender.

Por ahora, centrándonos en el presente, este objetivo lo vamos logrando en nuestra familia con esfuerzo, ganas y creatividad.

D. aprende mucho (o al menos yo lo considero así), quizás no todo son las materias que en este momento corresponderían al currículum oficial, pero aprende. Y sobre todo disfruta, es feliz aprendiendo, para él es una fiesta, un premio, ponernos juntos a "hacer cosas". Él pide saber, leer libros de ciencias, ver documentales, hacer experimentos, hablar de historia,...

Me parece que él tiene un lujo que todos los niños de esta edad deberían disfrutar, sin tediosos deberes obligatorios, sin pesadas repeticiones, sin la obligatoriedad de tener que repetir cien veces lo que ya sabes y no poder avanzar porque hay que seguir el ritmo de la clase entera, sin agobiarse por no avanzar tan rápido como el resto de los niños en las áreas en las que tienes dificultad... no compararse con nadie, aprender por el gusto de saber, no por tener que demostrar.

En todo lo que vamos acometiendo vamos bastante bien, entendiendo que, aprendamos mucho o poco, lo hacemos disfrutando y sintiendo que aprender es bonito, que nos nutre y por eso nos gusta tanto.

Pero hay una pequeña excepción. La lectoescritura.

Y digo pequeña porque realmente el problema en sí no es demasiado grave. Aunque lo suficiente para preocupar de vez en cuando a una mamá algo insegura todavía en estas lides...

Su nivel claramente es inferior al de la media de los niños de su edad (al menos de esta ciudad donde se aprende a leer generalmente entre los 4 y los 5 años). Tiene 6 años y no lee todavía.

Conoce las letras mayúsculas y la mayoría de las minúsculas, pero las conoce por su nombre "eme" "pe" en lugar de por su sonido, y eso nos está ralentizando claramente. Cuando me di cuenta del error era un poco tarde y ahora no acepta bien cambiarles el nombre a las letras. Le ha costado mucho avanzar del "eme-a" para poder leer "mmmmmmmm-aaaaaa"

Pero en esas estamos todavía.

Empieza a leer sílabas sencillas, y aún así le cuesta un rato cada una. Empieza a distinguir las sílabas inversas, pero no siempre lo logra. Y todavía hay sonidos que no domina en absoluto (g-j, c-z-q, b-v, f-z, y-ll).

Escribe en mayúsculas, cada vez mejor, aunque todavía sin total autonomía, sólo puede escribir sin ayuda palabras sencillas por ahora, y muy poco, no acepta bien que se le sugiera escribir algo, y por su propia iniciativa algunos días escribe varias palabras pero a veces puede pasar semanas enteras sin escribir.

Estoy enseñándole la letra cursiva. Le gusta practicarla, lo hacemos poco y de forma lúdica, y lo acepta bien, pero cuando escribe sus cosas no usa la cursiva para nada, solamente mayúsculas, y si me pide que le escriba algo que necesita se enfada si lo hago en minúsculas... les tiene un poco de manía, aunque parece que ahora que practica la cursiva se le empieza a quitar un poco.

Vamos, que está bastante verde todavía.

Pero aquí el problema no es ese realmente. Tampoco creo que se nos haya "pasado el arroz", a ver, que solo tiene seis años, y puede perfectamente alcanzar el mismo nivel de lectura que los demás niños en cualquier momento... siempre que tuviera ganas e interés.

Y aquí está el quid de la cuestión... EL DESINTERÉS.

Y es que nos hemos topado con una barrera difícil de sortear. A mi hijo cuando algo le interesa es una esponja, y no se cansa de aprender y profundizar y practicar e insistir. Supongo que como a todos los niños...

Pero si algo no le interesa es como darse de cabezazos contra un muro.

No entendía muy bien cuál es la razón de que tenga tanto desinterés en la lectura. La escritura lo entiendo más o menos, escribir para él es cansado todavía, tiene que pensar mucho qué letra poner, hay que trazar,... Realmente a la escritura por ahora no le doy tanta importancia, tampoco veo tanto desinterés por ella, y las objeciones que pone las puedo comprender. De hecho en los últimos días (que me he estado fijando bien en él para escribir este post) me he dado cuenta que, pereza aparte, en la escritura va mucho mejor que en la lectura.

Pero ¿por qué se niega a aprender a leer? ¿por qué no desea intentarlo? ¿por qué a menudo se enfada cuando parece que alguien le invita a leer algo?

A él le encantan los libros, siempre quiere que le lea historias y toda clase de libros. Todos los días varias veces va a su estantería y coge un libro y se pone a ojearlo, aunque solamente pueda ver los dibujos le encanta tirarse en el sofá a "leer". Y ahora que tengo a la bebé no puedo leerle casi nunca cuando me lo pide, y me da algo de rabia, y me parece que si supiera leer no dependería de que yo pueda o no pueda en ese momento. No se pasaría a veces ratos y ratos esperando.

Llevo un tiempo confusa con este tema. Si estoy segura de que a él le gustaría leer... ¿por qué no quiere aprender?

No lo entendía. Y ahora creo que sí empiezo a entenderlo...

Por un lado he estado observando a mi hijo en las últimas semanas, y he visto que casi siempre acepta gustoso las invitaciones para hacer "juegos de letras". No le molesta si ponemos en un papel "ma" "am" y tratamos de distinguirlas. Le gusta si jugamos a dónde suena la "r" suave o la "rr" fuerte. Quiere que le explique por qué la "s" se escribe de diferentes maneras...

Y entonces me doy cuenta de que realmente es posible que no le moleste aprender a leer, sino que lo que le molesta es sentirse examinado constantemente.

He observado que si le doy herramientas para aprender a leer las quiere, no las rechaza. Pero que los adultos, fruto de nuestra educación escolar, estamos siempre pensando que los niños para aprender deben "practicar" así que de vez en cuando he estado intentando que pusiera en práctica esas herramientas, bien por el método tradicional: "¿qué pone aquí? pone MA" o bien en contextos reales (títulos de los libros, partes de los comics, etc). Sin darme cuenta de que eso no es una enseñanza... eso es una prueba para evaluar conocimientos.

Aprendimos a leer así, pero no es lo correcto para todos los niños. Veo que él en lugar de leer la sílaba que le pido me mira a mí o intenta averiguarlo con imaginación.

El otro día abordé el tema directamente. Le dije lo que pensaba, que me parecía que le tiene un poco de manía a leer y que no entiendo por qué. Me dijo que a veces se siente un poco mal porque le dicen que lea (me puso el ejemplo de un primito de su edad que le dejó una revista) y que él no sabe cómo se hace eso de leer, que ve un montón de letras "emburruñadas" (esa fue su expresión) y que no sabe qué hacer con eso.

Yo le he tranquilizado. Le he dicho que es pequeño, que aún no se le ha caído ningún diente de leche y que muchas personas que estudian la infancia creen que los niños no están listos para comenzar a aprender a leer hasta que no se les empiezan a caer los dientes de leche. Le he puesto el ejemplo de este primito suyo y otro amiguito de su edad que también lee ya mucho y a ambos se les han caído ya practicamente todos los dientes de leche... se ha quedado más tranquilo.

Por otro lado le he explicado que para poder leer primero tiene que saber bien todas las letras, mejor de lo que ahora las sabe, que solo hemos empezado (le he dicho) y que tiene que saber bien su sonido y unirlas con otras. Y que por eso aún no puede leer, que no es magia, que es como cuando ha aprendido a ir en bici o a nadar, que primero hay que poder hacerlo por estar preparado y listo y luego en pocos días de practicar ya le saldrá estupendo.

Lo veo más tranquilo y contento...
Después de todo esto me doy cuenta de que he comentido muchos fallos. He pretendido que dándole unas pocas herramientas (conocimiento somero de las letras, no profundizando) ya podíamos pasar a silabear. He creído que si comenzaba a leer un poquito (ayudándole) se animaría a aprender las herramientas que aún le faltaban. Y he abusado sin darme cuenta en los últimos tiempos del método tradicional, que más que una enseñanza de la lectura, es simplemente una examinación constante para ver si aumentas tu nivel.

Así que he considerado seriamente que debo hacer cambios drásticos en mi forma de abordar la lectura (la escritura creo que no va tan desencaminada).

Voy a centrarme en las cosas pequeñas, volveremos al abecedario, pero esta vez intentaremos de nuevo nombrar a las letras por su sonido. Vamos a centrarnos en las minúsculas para que las afiance. Haremos juegos estilo montessori para la conciencia fonológica. E iremos avanzando en la unidad fundamental de la lectura: las sílabas.

Paralelamente a esto voy a comenzar el estudio de la gramática. Aunque no sepa leer creo que necesitará algunas nociones para poder leer luego mejor. Vamos a comenzar a hacer juegos orales para intentar diferenciar unas palabras de otras, y luego se las señalaré en textos. También aprenderemos qué es una frase o una oración, para que sirven los signos de puntuación, volveremos a repasar (porque creo que se le ha olvidado) para qué son las interrogaciones y exclamaciones. Desde que nació la pequeña Z no dispongo de ratos largos para transcribirle cuando quiere inventarse una historia. Y creo que es un fallo haber abandonado este hábito, porque aunque no supiera leer ni escribir iba aprendiendo a redactar y lo hacía muy bien. Intentaré encontrar huecos para volver a hacerlo.

También seguiremos trabajando, como venimos haciendo, en la comprensión de textos cada vez más complejos. Cuando le leo algunos libros de frases complejas veo que va pillando mucho mejor las cosas, así que hay avances en la comprensión lectora (aunque aún no lea por su cuenta).

Pero sobre todo y ante todo voy a enseñarle, no voy a volver a preguntarle para que demuestre lo que sabe y me aguantaré las ganas de saber si mi trabajo de siembra está dando algún fruto.

También sé que con mi hijo lo que más funciona para que le apetezca hacer algo a él no es que le invites a hacerlo, sino que te vea que lo haces tú. Así que he estado diciéndole "mira, voy a hacer estas letras ¿te apetece verme?" y entonces me ha contestado "bueno, pero yo también quiero, así que una tú y una yo" jejeje

He estado sufriendo un poco durante las últimas semanas con el tema de la lectoescritura, pero ahora estoy ilusionada con el nuevo enfoque, creo que he detectado algunos fallos y también me doy cuenta de que aunque esta es la faceta que más problemas nos está dando, también seguramente sea la que más nos ayudará a aprender sobre el aprendizaje (valga la redundancia).

13 nov 2011

Matemáticas (una de cal)

La asignatura de matemáticas siempre fue mi favorita. Me asombran los números y me fascinan las reglas que hay tras ellos. Para mí las matemáticas son como un juego o un entretenimiento.

Cuando D. era muy pequeño no presentaba especial habilidad para los números, de hecho tardó muchos meses en pasar del número 6 al contar, se le atascaba. Muchos, muchos meses en los que no entendía ese número. Luego se atascó con el 20 (lo llamaba diez y diez) pero no me preocupó en absoluto, de hecho diría yo que veía positivo que entendiera el veinte como diez y diez.

Hasta hace relativamente poco todavía no sabía identificar bien los números del 13 al 19.

Actualmente, con seis años, entiende y conoce todos los números menores de 200 y maneja bastante bien los menores de 1000, entiende lo que es sumar, restar, multiplicar y dividir. Sabe hacer sumas y restas sencillas (orales). Para las sumas que no pasan de diez ya no usa los dedos y para las que pasan de diez usa los dedos pero a escondidas (lo que significa que quiere hacernos creer que las hace mentales, lo que significa que él desea lograr ese objetivo, ya que nosotros JAMÁS le hemos dicho que debe sumar sin dedos), también sabe multiplicar números sencillos.

Usa las matemáticas para resolver problemas que se le presentan en su día a día y otros que se inventa por diversión. Usa correctamente las unidades de medida principales para peso y longitud. Tiene nociones básicas de geometría, agrupa correctamente por conjuntos, hace estimaciones, comprende y usa correctamente las relaciones mayor, menor e igual. Entiende y usa correctamente términos fraccionarios como 1/2 y 1/4 y sabe la relación entre ambos.

Sé perfectamente que son una serie de conocimientos básicos para un niño de su edad, también sé que muchos de los niños escolarizados saben más matemáticas (al menos sobre el papel) que él. Pero lo que es sorprendente de todo esto es que lo ha aprendido él sólo, por su simple interés. No me refiero a que nadie le haya acompañado, por supuesto que hemos estado allí siempre para resolver sus dudas y escucharle en sus averiguaciones, pero lo cierto es que nunca nos hemos sentido llamados a proponerle ninguna actividad matemática, ni hemos considerado necesario motivarle para que aprendiera algo más de números.

Hace unos días su padre pensó que sería buena idea enseñarle a sumar números de dos cifras.

Lo encontró tan sencillo que la segunda o tercera suma decidió introducir el concepto de "sumas con llevada". Nada, todo muy fácil. Él mismo pedía números más largos y difíciles. En pocos minutos acabó sumando cinco números de cinco cifras cada uno, llevando dos o tres. Como no apreció dificultad en esto y pedía más, al día siguiente su padre le enseñó a sumar números de distinta longitud.

Y allí fue cuando se topó con la primera dificultad. Como nunca le hemos hablado de los conceptos unidad, decena, centena,... le resultaba difícil recordar poner las cifras siempre en su sitio, no entendía que cada posición tenía un valor inalterable. Esa tarde saqué un material manipulable muy útil para este fin y lo comprendió rápidamente.



A partir de ese día ya no le ha apetecido hacer más sumas por ahora. A mí no me importa. Observo que a mi hijo el hacer montones de cálculos se le haría super pesado, él vive las matemáticas, forman parte de su vida, las disfruta, las quiere conocer.

Las matemáticas escolares en primaria están, a mi modo de ver, demasiado enfocadas en alcanzar un alto nivel de rapidez para calcular, y yo no acabo de verle el sentido a esto, no lo veo realmente útil.

Sin embargo otras cosas como saber hacer cálculos aproximados, resolver problemas que se plantean en el día a día, saber jugar con los números para comprender su esencia... eso sí lo veo fundamental.


Con la geometría me pasa un poco lo mismo, no sabe los nombres de muchas figuras geométricas, hace no muchos meses aún confundía el nombre del triángulo con el del rectángulo. Pero yo a eso no le doy importancia. Sin embargo, sí me parece muy importante que a veces le gusta jugar con unos bloques de madera que tenemos y le encanta darse cuenta de que con dos triángulos rectángulos puedes hacer otro triángulo, o un cuadrado, pero no un rombo (yo le dije que lo que sale es un romboide). Y se fija en que para hacer un cuadrado necesitas cuatro cuadrados, y antes de hacerlo ya me dijo que con cuatro rombos también se podía hacer otro rombo (cosa que yo no sabía) y lo hizo perfectamente y cuando le pregunté cómo lo sabía me dijo que lo había visto en su cabeza. Después ni corto ni perezoso me demostró que se podían hacer rombos más grandes con más rombos:




Y después de esto nos quedamos sin más rombos y me ha dicho que le compre más que necesita para seguir jugando (investigando).

Aprovecho para preguntar si alguien sabe dónde puedo comprar piezas de madera similares a estas que tengan más figuras (otros tipos de triángulos, pentágonos, hexágonos,...) Estas venían en un puzzle que nos regalaron hace años:


El caso es que, de algún modo, yo siento que él entiende las matemáticas y que las disfruta, y por tanto el nivel académico que tenga no me preocupa (por el momento). Creo que si uno entiende la esencia de las matemáticas, el aprender ciertas cosas es luego muy rápido y sencillo.

No digo que no vayamos a preocuparnos por ellas, a partir de este curso (primero de primaria) iremos observando los diferentes aprendizajes más "formales" que está listo para hacer y los iremos introduciendo de un modo siempre muy divertido y lúdico.

Entre los próximos temas que quiero abordar con él están los conceptos de PAR/IMPAR, los signos de > y <, algunos juegos sencillos de lógica o series, empezar a ver los conjuntos, seguir experimentando con medidas de longitud, masa y volumen, ver más propiedades de las figuras planas, afianzar los conceptos de doble, triple y mitad, avanzar en la comprensión de las fracciones, hablar de conceptos sencillos de probabilidad, trabajar el nombre escrito de los números, comparar números "grandes", y sobre todo aprender sobre el tiempo (meses, días de la semana, horas, etc que en esto reconozco que va muy muy verde).

Pero todo lo haremos el día que nos apetezca, cuando surja el tema (que surgirá) y de un modo que ambos lo pasemos bien.

No tengo problema de ningún tipo en el abordaje de las matemáticas, ójala el tema de la lectura fuera igual de sencillo... pero en matemáticas tengo la de cal y la lectoescritura es la de arena...

11 nov 2011

¿Para qué sirve una cuna?


Pues para dejar los miles de libros que nos gusta ir cogiendo para leer antes de dormir jejeje

Conciencia cívica

D. está en los adorables seis años, esa edad en la que los niños se creen muy mayores y ya quieren parecer independientes. En el caso de D. esto es genial, porque le ha costado mucho coger autonomía, pero definitivamente ahora ya se vale por sí mismo para casi todo, se viste, se baña, se lava los dientes, come sin ayuda, y trata de atarse los cordones de las zapatillas (sin éxito por ahora pero con mucho empeño).

Además está en esa edad en la que hace suyas todas las normas de convivencia ciudadana que le parecen importantes, y como es el máximo defensor de las mismas se pasa el tiempo cogiendo basura que otras personas tiran en la calle.

Cigarros, puros, papeles, plásticos, chicles,... nada se escapa a sus ojitos cuando está en modo "búsqueda" de basura.

Hace unas semanas su padre comenzó a inquietarse por la idea de que cuando salíamos a pasear no paraba de ensuciarse las manos con porquerías ajenas, y además tampoco le dejábamos recoger los chicles. Así que le ofrecimos unos guantes y pasó muuuuuuuuucho rato recogiendo basurillas por las calles del vecindario jejeje


7 nov 2011

Proponemos...

Como explicaba en la entrada anterior, desde hace unos meses vamos proponiendo algunas actividades dirigidas a aprender ciertas cosas que consideramos deben tener lugar en su educación. Lo que ahora mismo proponemos es:

1.- Escritura. Este es un tema peliagudo. Lo intentamos con mucha creatividad pero le cuesta bastante, no le gusta nada ponerse a escribir. Ahora mismo escribe en mayúsculas, por propia iniciativa escribe poquísimo, tampoco acepta escribir por nuestras diferentes propuestas. En este momento lo que mejor nos funciona es jugar al ahorcado y que cuando quiere que le escriba algo me dicte él las letras que forman algunas palabras.

Sabe escribir por el método fonético más de lo que él cree. Hace poco se le ocurrió hacer una sopa de letras en el ordenador de dinosaurios y me dejó sorprendida. Logró escribir él solo sin ayuda de nadie velocirrator (velocirraptor), carrnotaurio (carnotauro), tiranosaurio rex, carrnibor (carnívoro), obirrator (ovirraptor), allosaurio y dinonisus (deinonichus).

Pero si le pides o sugieres que escriba algo dice que no sabe, que no quiere, y protesta airadamente.

Actualmente estamos tratando de hacer el paso a las minúsculas. Para eso llevo varias semanas presentándole la letra cursiva, le presento las letras por grupos de similar escritura al estilo montessori. La semana pasada conseguí que gracias al alfabeto de surco y a una pizarra veleda pequeñita, se animara a escribir las letras del grupo de la "a": a, d, q, g, c, o.

Así que le gustó y hemos seguido esta semana practicando. Veo que tiene la grafía bastante afianzada. Algo es algo. A ver si en las próximas semanas consigo que se anime con otras nuevas.

Sigo buscando e inventando recursos para motivarlo un poco a ello. A veces siento que es un poco desgastador porque me obligo a buscar muchas propuestas que acaban en la basura porque no le interesan y no le quiero forzar, pero una de cada muchas ofrece resultados, así que me animo con eso. Intento recordar a menudo que hago esto porque yo lo elijo, que es por MI, por mi tranquilidad, por cubrir unos huecos que me liberen de presión familiar y externa, etc

2.- Lectura. Este también está resultando, al igual que la escritura, un trabajo duro. Mucha imaginación, muchas propuestas, mucho esfuerzo por mi parte... y pocos resultados de momento. Pero no lo llevo mal, entiendo el proceso, comprendo que es normal y sé que dará sus frutos. Que no hay otra alternativa mejor, forzarlo sería muy contraproducente, así que hay que combinar el esfuerzo constante con la paciencia. También es un trabajo personal interesante que me ofrece cosas muy positivas. En una entrada posterior quiero hablar de los aprendizajes que voy yo sacando sobre este tema de la lectura.

3.- Ajedrez. Es un juego que le gusta mucho a su padre y quiere jugar con él, por lo que hace tiempo intentó enseñarle, pero D. no estaba nada interesado, así que lo dejó en paz. Pero ahora ha vuelto a presentarle el juego y el niño ya lo ha aceptado y le empieza a gustar, todavía no se da el caso de que pida él jugar una partida, pero la mayoría de las veces que su padre se lo propone sí que le apetece jugar.

4.-Inglés. Los idiomas hasta hace poco eran un tema vetado en nuestra familia. El pobre D. tiene un dificultad enorme con ellos. Su padre es gallego y aunque él y su familia son castellano parlantes, sí que alguna vez dicen algo en gallego. Nosotros hemos vivido en Galicia hasta hace tres años y yo siempre intenté que el niño aprendiera un poco del idioma de la tierra de su padre, pero se enfadaba de un modo terrible. Es incapaz de entender una frase entera si dices solamente una palabra en otro idioma aunque se parezca muchísimo. Es incapaz de sacar el significado del contexto. Es parte de sus dificultades propias (así como no entiende las ironías ni las frases hechas).

Sin embargo, algo está cambiando. Timidamente, pero sí que empieza a gustarle aprender un poco en otros idiomas. El año pasado yo estuve aprendiendo un poco de japonés y a él le interesó, así que este año hemos empezado con el inglés. Por ahora solamente pretendemos que empiece a sonarle un poco y aprenda unas pocas palabras. Su pronunciación es pésima, pero bueno, todo se andará...


Además, en los próximos meses tenemos previsto añadir poco a poco propuestas sobre estas materias:

1.- Geografía. Por ahora conoce bastante bien el mapa del mundo, también puede situar en el mapa de España las regiones que visitamos más a menudo (somos un poco itinerantes). No es que considere que va mal, pero creo que es una materia que le va a gustar, por eso quiero darle algo de espacio en nuestra programación.

2.- Arte. Iremos haciendo aproximaciones a distintos tipos de arte, de momento todo de forma práctica y manual.

3.- Música. Tengo intención de introducirle un poco en el mundo de la música, por sus características propias creo que D. necesita este tipo de estímulo y que nos lo tomemos más en serio de lo que lo hace la educación tradicional, aunque ahora estoy más tranquila al respecto porque ya ha comenzado las clases de música y movimiento con el método Willems. Él va muy contento, creo que va a ser una experiencia muy buena.

Mención aparte merecen las matemáticas, de las que no he hablado en esta ni en otras entradas anteriores (se nota lo poco que me preocupan), así que trataré este tema en otra entrada distinta.

6 nov 2011

Unschooling, educación libre, escuela activa, directividad...

Me gusta mucho la educación. Desde que era estudiante me gustaba todo lo relacionado con el mundo de la enseñanza-aprendizaje. Siempre se me ha dado bien enseñar y me ha gustado hacerlo, pero aún así, cuando llegó mi momento no elegí el camino de la educación porque en mi entorno era una carrera muy infravalorada.

Magisterio se percibía como la facultad a la que iban los fracasados o los que no podían acceder a otra cosa. Jamás me lo planteé siquiera, es hoy en día cuando me doy cuenta de por qué seguramente ni me imaginé de maestra, cuando era seguro mi vocación. También esta situación me permite comprender las causas de tanto desinterés y desmotivación por parte de gran parte del colectivo de maestros que he conocido, pues no hay muchos que sean vocacionales... y eso se nota.

Después, cuando la vida (y mis propias elecciones) me llevaron por otros derroteros, al final acababa siempre enseñando a otros. Y disfrutaba con ello.

Pero cuando realmente decidí dar el paso de lanzarme a la educación formal como profesora de secundaria abrí los ojos y me di cuenta de que el mundo de la educación es y siempre ha sido excluyente. Me di cuenta de que yo siempre estuve en el grupo de aquellos a los que el sistema les funciona, pero en ese momento pude ver la realidad de aquellos otros a los que el sistema les aplasta.

Entonces ya tenía un hijo. Un hijo muy pequeñito, que aún así ya se veía que no iba a encajar en el sistema como había encajado yo. Y esas reflexiones me llevaron a leer mucho, a descubrir mucho, y a plantearme que otra forma de enseñar y aprender ES POSIBLE.

Desde entonces no he dejado de aprender y aprender sobre diferentes teorías, estilos educativos, estilos de aprendizaje, bla, bla, bla.

Y todo ello me ha ido llevando a mi forma personal de entender la educación y el aprendizaje, que es de un modo muy flexible, muy abierto, sin rigideces, entendiendo que todo puede ser positivo para aprender y todo puede ser también negativo según de qué modo se lleve a cabo.

Por eso en casa no seguimos un estilo de educación específico, tratamos de irnos adaptando a las necesidades y capacidades de cada momento.

Hasta los cinco años y medio estuvimos instalados en el unschooling puro, pero actualmente creemos que esto ya no nos sirve con D.

Desde luego yo no dudo de que el unschooling sea una opción válida para aprender. Por lo que observo en mi hijo, estoy segura de que un día llegaría a querer por ejemplo aprender a leer y pediría las herramientas para ello. Pero también es cierto que, por lo que veo en él, este interés podría demorarse bastantes años. Esto es algo que, ahora mismo nosotros no nos podemos permitir, por diferentes razones de mucho peso para nuestra familia.

Además, como ya he hablado en otros post, las condiciones familiares para hacer unschooling no son ahora mismo las más adecuadas. Por diversos temas que nos ocupan la mente y el tiempo, no podemos dedicarle prioridad absoluta a su aprendizaje en todo momento, la edad de la pequeña Z (14 meses) es complicada, siempre quiere estar en medio de todo, tenemos menos tiempo y no puedo dejar siempre lo que estoy haciendo para ayudarle a aprender lo que él demanda. Así que necesitamos tener propuestas para cuando tenemos tiempo y disposición mental para acompañarle.

De momento dejamos el unschooling para ciertas áreas en las que sí presenta mucho interés. Y hemos comenzado a preparar propuestas para otras áreas que no son de "su" interés, pero sí tenemos "nosotros" (los padres) interés en que avance. Aunque por ahora sí que seguimos practicando totalmente la filosofía del aprendizaje libre y la no directividad.

Para nosotros esto significa que proponemos actividades y presentamos temas, si son aceptados vale, si no se aceptan lo dejamos. Nada es obligatorio aprenderlo ahora y de este modo, si consideramos un aprendizaje muy importante buscamos diferentes momentos o maneras de presentarlo hasta que el niño lo acepte gustoso. Sin prisas, sin objetivos rígidos que haya que forzar al niño a cumplir, pero sí con objetivos básicos que guíen nuestro camino como educadores.

También debo decir que no considero que siempre vaya a ser así. Como digo, soy muy flexible, y trato de adaptarme siempre a los cambios en las circunstancias y pongo mis principios en constante revisión, pero hoy por hoy, el objetivo a largo plazo de la educación de mis hijos es que puedan desenvolverse en la sociedad en la que hemos elegido criarles, así que trataremos de integrarles en esta sociedad... a su ritmo, eso siempre.

Por lo tanto espero que mi hijo en el futuro vaya acercándose a un programa con cierta estructura en algunas áreas, pero por ahora aún es pequeño y para nosotros en esta fase lo más importante es respetar y cuidar su amor por el aprendizaje. Ya llegará el momento de valorar también la constancia y el esfuerzo para obtener metas, creemos que no está preparado para entender eso.

En la próxima entrada hablaré de los temas que proponemos a D.

1 nov 2011

Siguiendo su interés

Ahora mismo lo que a David le interesa aprender son estos temas:

1.- Animales, seguimos con aprendizaje de los animales, cómo viven, cómo son, comparaciones, etc. Estas semanas hemos hecho varias actividades relacionadas con el tema:

Hemos leído en "mi primer larouse de ciencias" generalidades acerca de los animales, muy sencillito todo, le ha servido de repaso. También estamos leyendo un libro sobre la reproducción de los animales, lo que también nos lleva a hacer educación sexual.

A raíz del libro de Benezén del que hablé en otra entrada, hemos aprendido muchas cosas de los animales del género Cnidaria: pólipos, corales, medusas, anémonas,...

Hemos capturado unos bichos para verlos con una lupa de gran aumento que ahora tenemos. Además también hemos visto el famoso vídeo en el que un leopardo adopta a un babuino

2.-Plantas. Este es un interés nuevo. Nunca había querido saber nada sobre plantas, y ahora está interesadísimo, la reproducción, la alimentación, el desarrollo, las clases, etc.

3.- Experimentos. Este interés le empezó a aparecer el año pasado cuando le propuse un par de experimentos que le gustaron mucho. Este año estamos haciendo experimentos casi a diario, gracias a un libro que tenemos sobre experimentos estamos aprendiendo muchas cosas de ciencias y nos lo pasamos muy bien.

4.- Dibujar. Tiene mucho interés por dibujar y siempre aprende viéndome dibujar a mí o a alguien. Antes me pedía muchos dibujos, pero ahora con la peque no tengo tiempo de hacérselos. Así que por las noches, antes de acostarnos, nos ponemos a dibujar los dos un poco. Yo me he comprado un libro para aprender a dibujar algunas cosas sencillas, es de niños, y a él le ha encantado. Además salen manualidades y las quiere hacer todas.

5.- El cuerpo humano. Tiene en este campo un interés que va y que viene, ahora parece que le apetece mucho profundizar en el tema

6.- Historia. Desde el año pasado está muy interesado en la historia. De momento nos aproximamos a ella de forma bastante lúdica con los libros y vídeos de Érase una vez el hombre.

7.- Sociedad y actualidad. Le interesan temas como las religiones, las adicciones, sistemas políticos y económicos, etc. Cuando aparece el interés hablamos de ellos.

8.- Papiroflexia. Ya sabe hacer una pajarita, me pide que le haga muchas cosas de un libro que tenemos, y se pasa el día recortando y doblando papelitos.

9.- Armas, armaduras y guerreros.

Seguro que hay algunas otras cosas que ahora no recuerdo. Pero estos son los temas que le interesan en este momento de su vida y por tanto te persigue con ellos, nada de esto es alentado por nuestra parte, es en lo que él encuentra placer aprendiendo y si no le sigues en su interés le fastidia.

Proximamente escribiré una entrada con los aprendizajes que nosotros tratamos de motivar.

31 oct 2011

Extraescolares de este año

En los próximos post voy a resumir un poco lo que estamos haciendo educativamente durante estas primeras semanas de "curso".

Empiezo por las actividades extraescolares:

Este año D. ha querido ir a clases de tenis voluntariamente. La verdad es que el primer día fue ilusionado, pero cuando salió no quería volver, hubo gritos, prisas y bastante mal rollo. Pero, afortunadamente, hablamos con él para darle otra oportunidad, le dijimos que igual el profe tenía que adaptarse un poco y le aseguramos que si en unos días la cosa no cambiaba dejaría de ir. Pero parece que el profesor ha sabido adaptar las circunstancias y ahora D. va encantado, dice que se le hace muy corto. Va tres veces por semana (si no llueve).
En principio quería dejar de ir a kárate, pero después tuvimos una conversación para saber por qué no estaba a gusto, y tras esa conversación, que fue muy clarificadora para todos, ahora va contento.

Al final va a actividades (sólo una hora) todas las tardes de lunes a viernes. Yo creía que igual sería mucho para él, pero me equivocaba, no solo va tranquilo y contento, sino que además veo que le va genial, en muchos aspectos.

También va a probar una clase semanal de 45 minutos de música con el método Willems, me han hablado muy bien de él, ya veremos qué dice él.

 
Aparte, en cuanto a actividades físicas y deportivas, también vamos más o menos cada 15 días a la piscina.

Semanalmente ahora que viene el frío, solemos ir también al décathlon alguna tarde y hacer escalada, baloncesto, saltos, patinaje, o lo que le apetezca. Y estos días casi todas las tardes bajamos un rato con la bici, porque está emocionado de poder andar ya sin ruedines. Además para nosotros es fundamental que coja buena práctica en la bici, en cuanto le veamos preparado le conseguiremos una bici grande para acompañarnos en las excursiones a bici que nos encantan hacer, porque ahora mismo en la sillita de la bici ya no cabe bien.

28 oct 2011

Pasitos atrás

Una de las cosas positivas que nos permite tener un bebé en casa es poder rescatar los juguetes y libros de bebé. Es sorprendente para D el volver a manipular estos objetos con sus nuevas habilidades y capacidades. Los libritos que le gustaban por su movimiento o su color o sonido ahora lo hacen por otros motivos. A los juguetes y juegos les encuentra usos distintos, y a veces también similares a los que usó en su día.

Dar pasitos atrás creo que es muy bueno, porque uno afianza y coge impulso para adelante.





23 oct 2011

Experimentando con el aire

En el libro de Benezén el pescador hay una cueva submarina que tiene aire dentro. A D le fascinó esa idea y no podía comprender cómo una cueva debajo del agua podía tener aire.


Esto nos llevó a hacer varios experimentos. En la bañera metimos un vaso boca abajo para observar cómo realmente no entra agua dentro. Estaba con los ojos como platos, alucinó directamente.


Imagen de sepiensa.org

Además pudo observar cómo había que hacer fuerza para meterlo en el agua, cómo el aire hacía presión y fuerza contra el agua. Llenamos el vaso de agua para meterlo y vimos cómo se hundía con facilidad, mientras que al meterlo "vacío" era más difícil.


Pudo entender bien que lo que vemos "vacío" realmente no lo está, y que el aire es "algo" que tiene ciertas propiedades.


Le alucinó la idea de que el aire pudiera hacer fuerza contra el agua y le "ganara". Decía que el aire era muy "débil y blando" que cualquier cosa le tenía que "poder".

Así que le propuse otros experimentos. En uno se trataba de apretar el émbolo de una jeringuilla llena de aire con el agujerito tapado para tratar de aplastar el aire. No podía claro, y casi no podía creerlo. Después también busqué un artilugio para hacer "el vacío", y diversos experimentos del mismo estilo.


Todo esto nos hizo comprender mejor el aire, y nos ayudó a introducir propiedades de los diferentes estados de la materia.

22 oct 2011

Benezén, el pescador.

Hemos estado leyendo este libro que cogimos así por casualidad en la biblioteca. Le ha gustado tanto que lo hemos leído tres veces seguidas!!!! y algunas partes del libro las habremos leído más de seis veces.

A los dos nos ha sorprendido el libro gratamente, pero a D le ha fascinado.

Es el típico libro del que puedes sacar mil cosas para tirar de él. Tiene un argumento que invita a hablar sobre la ecología, la sobreexplotación pesquera, etc. También, el desarrollo del libro coge unos derroteros curiosísimos que nos permiten reflexionar sobre la codicia, las expectativas de los padres para con los hijos, las vueltas que puede dar la vida, como un hecho negativo puede ser para algo bueno y al revés, etc.

También tiene un punto con una reflexión muy interesante sobre la muerte que a D le ha encantado y le ha dado mucho juego, a menudo durante el día me viene a contar algo más que piensa de esa parte, se nota que le ha hecho pensar mucho.

Hemos hablado y hablado hasta la saciedad de todos estos temas de educación en valores y educación emocional.


Pero no solamente se queda allí, es un libro al que se le puede sacar mucho jugo. Está muy bien escrito, tiene un montón de metáforas, comparaciones,... a D le han interesado muchas de ellas y creo que ha aprendido bastante sobre el lenguaje literario. Aparte de aumentar también mucho vocabulario.

El libro también nos ha introducido muchos temas nuevos para D, como son los corales, los pólipos, las ostras perlíferas, la vida de un pescador tradicional, terminología sobre barcos y aperos de la pesca, etc.

Ahora estoy dándole vueltas a cómo poner todo esto en un lapbook para poder seguir investigando un poco en estos temas que le han gustado tanto. Tenía algo de material para hacer un lapbook sobre barcos que le apetecía, y creo que fusionaré las dos ideas en una, a ver qué opina.

21 oct 2011

Horario para aprender

Este año la pequeña Z tiene una edad mucho más díficil para esto del HS. Se acabaron los ratos de tranquilidad leyendo libros mientras la bebé teteaba. Ahora está muy activa, hay que estar mucho por ella. Si tenemos un libro entre manos nos lo intenta quitar, aunque acabe desistiendo si me pongo tozuda, tampoco aguanta que leamos mucho rato sin volver a intentar meterse en medio... normal, la pobre!!!

Pide mucha atención, quiere coger todo lo que tiene su hermano, hacer todo lo que él hace, mirar todo lo que él mira, quiere que yo la siga en sus aventuras, quiere salir a la terraza, jugar con el agua, abrir los cajones y armarios, sacar y meter juguetes, explorar y explorar. Y todo quiere hacerlo acompañada. Intentar hacer algo con concentración mientras ella está alrededor es poco menos que imposible.

Los días se nos van y se nos van... taaaaaaan rápidos. Me faltan horas. Durante unas semanas he tenido una sensación muy desagradable, de haber acabado el día y no haber propuesto nada, incluso peor... de no haber hecho apenas caso a ningún proyecto o pregunta de D.

Pero como todo al final se pone en su sitio, estoy segura de que iremos encontrando la forma de volver a organizar el aprendizaje en familia. La situación ha cambiado, y tratar de perseverar en lo imposible no es inteligente. Nuevas circunstancias requieren nuevas estrategias.

Así que últimamente me encuentro que duermo a la pequeña Z y cuando está dormida voy a acostar a D pero tardamos más de dos horas en el proceso.

Siempre leemos parte de un libro "de historias" (literatura) antes de acostarnos, a veces por temporadas es de aprender cosas de dinosaurios. Pero yo, hace unos días, le propuse leer primero parte de un libro de "cosas de aprender". Claro, la idea le encantó. Tenemos el libro Mi primer Larousse de Ciencias que apenas le había interesado hasta ahora. Creo que está bastante bien. La parte de los animales es un poco floja, él sabe mucho más ya, pero le gustó igualmente. Ahora estamos en las plantas. Iremos avanzando a través el cuerpo humano, y creo que toca algo también de geología y ecología al final del libro.



La verdad es que le gusta muchísimo leerlo, siempre lo pide, aunque ya sea tardísimo.

También un día llevé un cuadernito para intentar hablarle de la diferencia entre AS y SA. Lo entiende pero no lo acaba de asimilar. Está un poco verde todavía para la lectura, yo seguiré poco a poco introduciéndole conceptos sencillos, pero me doy cuenta de que no es su momento aún. Tranquilamente, no tenemos prisa.

El caso es que quiso que hiciéramos juntos unos dibujos y ahora tenemos el cuaderno allí, hacemos unos dibujos, nos reimos un montón dibujando payasadas y luego le ponemos algunos títulos, con lo que vamos practicando un poco la lectura y la escritura.

Además ha trasladado a la cuna de su hermana (cuna sidecar que la nena jamás usa y que está llena de libros, juguetes, cuadernos, pañuelos, botellas de agua y otros trastos) unos libritos y unas fichas de inglés, para que le lea algunas palabras cada noche.

Si le intentara leer algo en inglés por el día me mandaría a la porra directamente, pero a esas horas, y con tal de alargar el momento de irse a dormir que no le gusta nada y por disfrutar de ese momento juntos, hace lo que sea!!!! jajajaja

Para acabar el día contentos y relajados, leemos un libro (o parte de él) que disfrutemos juntos.

No era lo que yo tenía planeado para este curso, en invierno me gusta acostar a los niños pronto y tener un rato en pareja y otro rato para mis cosas. Pero hay que adaptarse, y la verdad es que este rato es muy fructífero y lo disfrutamos mucho.

11 oct 2011

Currículum y programación

Sé que a la mayoría de mamás homeschoolers que frecuentamos la blogosfera nos gusta saber cómo se organizan los demás para sacar nuestras propias ideas.

Yo voy a intentar explicar hoy un poco cómo es nuestra organización del aprendizaje en familia.

Empezaré con algo de "historia" de nuestro estilo educativo.

Cuando mi hijo era un bebé hice el CAP (Curso de Adaptación Pedagógica) para ser profesora de secundaria. La verdad es que enseñar siempre se me había dado bien y me gustaba, así que, en esos momentos de crisis en que mi vieja profesión ya no me gustaba, creía que por ahí podría ir mi futuro laboral.

El curso fue fantástico, los profesores realmente increíbles, me abrieron la mente a un mundo nuevo, a una educación muy diferente.

Después llegaron las lecturas de los libros sobre educación libre, y por último mi experiencia en un instituto de secundaria.

Todo ello me convenció de que el sistema educativo está desfasado, no funciona, todos los profesores lo saben, pero casi ninguna persona implicada en el sistema educativo hace nada para cambiarlo. La mayoría porque no tienen vocación, para ellos es solamente un trabajo bien pagado con muchas vacaciones. Pero los que sí tienen vocación y querrían cambiar las cosas lo tienen imposible, hay demasiado en su contra...

Decidí que ese no era mi camino. ¿Cambiar las cosas? Sí, por supuesto. Pero no de ese modo. ¿Volver a nadar contracorriente, volver a intentar luchar en solitario ganándome enemigos, sintiéndome aplastada por la rueda del sistema...? no gracias!!!

Sin embargo, poco después comenzó a aparecer en mi vida una nueva vocación, surgió como una necesidad imperiosa de trabajar en mí misma y acompañar a otros en su camino hacia su interior. Así que deseché el camino de la enseñanza. También abandoné mis investigaciones y descubrimientos en este campo. En esos años tenía cosas más urgentes e importantes de las que ocuparme. Primero debía crecer yo, educarme a mí misma en el difícil arte de vivir...

Pasó el tiempo, mi hijo creció. No con pocas dificultades se fue convirtiendo en un niñito que no estaba preparado ni remotamente para ir a la escuela normal. Además la escuela normal no nos gustaba nada. Seguimos en casa... ya veremos qué pasa al año que viene...

Durante los dos años siguientes nos implicamos en la creación de un espacio de educación libre con la intención de que mi hijo se educara en él. Más por mi cabezonería que por otra cosa. El niño ni pedía, ni quería, ni estaba tampoco preparado para ir a ningún tipo de colegio (libre o no). Su padre consideraba que era una pérdida de tiempo, veía casi imposible conseguir sacar adelante un proyecto de semejante envergadura.

De repente, cuando D. tenía 5 años, nos dimos cuenta de que el proyecto no iba a salir adelante, y que debíamos tomar un camino alternativo. Llegamos a la educación en familia (aunque siempre habíamos estado en ella pero sin ser conscientes de ello) cuando el niño tenía más de 5 años y medio, con un poco de inseguridad.

En ese momento empecé a informarme de educar en casa y ¡¡me entró un agobio!! ¡¡AGGGGG cuántos años habíamos perdido!! Los niños educados en casa sabían tantísimas cosas, hacían tantísimas actividades...

Hasta ese momento habíamos seguido practicamente al pie de la letra el unschooling radical, no habíamos hecho nada "por aprender", claro que había habido muchos aprendizajes, pero todos se hacían en el momento en que la ocasión y el interés por su parte aparecía, siguiendo simplemente lo que el niño pedía conocer, sin motivarle ni animarle a nada.

Hasta el momento estábamos contentísimos y sorprendidísimos por observar cómo es cierto lo que dicen los defensores de la educación libre... los niños aprenden sin necesidad de motivaciones externas, realmente disfrutan de aprender, quieren aprender... qué maravilla.

Pero en esos momentos de situarnos como familia que iba a educar en casa, me di cuenta de que mi hijo sabía mucho de algunas cosas (dinosaurios por ejemplo) pero poquísimo de otras. Además también tomé conciencia de la importancia de que el niño cubriera unos mínimos, lo que nos podría evitar males mayores (legales).

No fue solamente un tema de comparación con otros y de miedo a la evaluación ajena, era algo más profundo, algo que me decía que había algún fallo en nuestro sistema educativo, aunque en esos momentos no acertaba a adivinar qué era.

Surgieron en mí muchas dudas e inquietudes. Algo me decía que no debíamos seguir sin ninguna programación ni objetivos ni nada por el estilo. Qué no podíamos levantarnos cada día y ver qué surgía para hacer, y eso todos todos los días, sin ninguna diferencia.

Así que pensé qué hacer. Elegimos un tema que le gustaba mucho (los dinosaurios) y comenzamos a hacer un lapbook. A él le gustó mucho, pero se cansó y no lo acabamos, yo tampoco lo animé mucho, sentía que no era nuestro momento.

Entre los 5,5 y los 6 años, durante esos meses antes del verano (en el verano no hemos hecho nada de nada) me debatí constantemente entre el programar o no programar, viviendo en la duda y cambiando de opinión a cada momento, fuimos haciendo las siguientes actividades iniciadas por mí con el único afán de "enseñarle algo" (seguramente hubo más pero no las recuerdo):

*Terminamos de aprender todas las letras mayúsculas (él había querido aprender algunas anteriormente), también aprendimos el orden del abecedario, comenzamos a aprender algunas minúsculas (pocas, no le interesan) y comenzamos a aprender a unir algunas pocas letras en sílabas (no está muy consolidado todavía)

*Hicimos algunos experimentos que le encantaron.

*Tratamos de comenzar un poco la escritura, que le cuesta muchísimo y no le gusta absolutamente nada.

*Intenté enseñarle alguna palabra en inglés, cosa que fue totalmente estéril.

*Leímos libros de historia, insectos, arácnidos, ballenas, serpientes, felinos, fenómenos atmosféricos, geología y dinosaurios. Todos le encantaron y los disfrutó un montón, porque son temas que le interesan mucho.

*Intenté leerle libros de otro tipo de animales (primates por ejemplo), teatro, rimas y poesías, biografías para niños, arte, música y geografía y nada de eso le interesó lo más mínimo.

Este año, nuestro segundo año de hacer educación en familia, contamos con la experiencia del año pasado aprendiendo de nuestro hijo, con todo lo que he aprendido buceando por la red y leyendo otros blogs, y con más seguridad interna.

Además ahora parto con la ventaja de que ya sé qué le fallaba a nuestro sistema unschooling. En primer lugar está el hecho de que ahora tenemos una bebé en casa que nos impide que siempre podamos dejar lo que estamos haciendo para centrarnos en las cosas que a D. le interesan y lo que le apetece saber en ese momento, los momentos de atención exclusiva y plena hacia él han disminuido considerablemente, y esos momentos hay que aprovecharlos lo mejor que podamos. También he tenido en cuenta que D. va creciendo y él mismo nos hace saber que necesita que le vayamos ampliando sus horizontes. Es imposible que sepa si le interesa un tema o no si nosotros no se lo mostramos, para lo cual tenemos que hacer una programación y un esfuerzo de planificación de los temas a mostrarle.

Así que durante este último mes he estado planeando el curso escolar, teniendo en cuenta todos los factores, también he valorado que ya nos encontramos en edad de educación obligatoria, pero sobre todo es forzoso tener siempre presente que él tiene su peculiar estilo de aprendizaje y que su única motivación para aprender es su propio interés, no vale de nada intentar que aprenda lo que no tiene ganas.

Con todo esto actualmente tengo una planificación consistente en una serie de temas que querría proponerle a mi hijo durante este año.

No tengo objetivos rígidos que él deba alcanzar. Trato de no tenerlos. Claro que me gustaría que hubiera aprendido a leer al final del año, con siete años. Pero sé que debo trabajar mis expectativas y mi frustración, y que no debo empeñarme en mis objetivos (basados más en lo que "yo necesito" para afianzarme, que en lo que él necesita realmente)

Lo que sí tengo es objetivos para mí, que yo debería intentar cumplir, y que consiste en planear actividades para todas las áreas que considero importantes con cierta perioricidad, algunas al menos una vez diaria, unas cuantas al menos una vez semanal, otras al menos una vez mensual, y algunas más al menos una vez trimestral.

Una vez al día (sin ninguna rigidez, por supuesto, entendiendo que muchos días pasaremos), tengo que intentar una actividad muy breve (minutos) que implique usar:

Lectura o aprendizaje de letras.
Operaciones sencillas mentales o resolución de problemas orales.

Al menos una vez semanal tengo que proponerle actividades cortas de 30 minutos o menos sobre:

Matemáticas o lógica.
Escritura o lengua.
Un experimento (actividad de duración indefinida).
Una manualidad (actividad de duración indefinida).
Inglés.
Cocina (actividad de duración indefinida).

Las mensuales serían:

Historia
Geografía
Biología
Música.

Las trimestrales serían:

Un proyecto corto de ciencias.
Arte.
Otros idiomas.

Esta programación hay que entenderla bajo las siguientes premisas:

- Son actividades que yo intentaré preparar para proponerle, lo cual no significa que haya que hacerlas forzosamente. Seguiremos los principios del aprendizaje libre (no hay objetivos que alcanzar ni actividades que realizar de forma obligatoria).

- Además de estas actividades se pueden (y seguro que así será) producir muchísimos otros momentos de aprendizaje que surjan iniciados por su interés y porque aparezca el momento oportuno. Tal y como hemos ido aprendiendo hasta el momento actual, sin ningún tipo de programación.

6 oct 2011

Razones para no escolarizar

Siguiendo con mi objetivo de ir reflexionando y escribiendo acerca de cual es mi forma de abordar la educación, hoy quiero ir anotando claramente las diferentes razones que me llevan a querer educar en familia y prescindir del colegio.

Actualmente, y dado que Z. es muy pequeña todavía, sobre todo me centraré en D. porque es por él por quien inicié este camino. Y de momento ni siquiera puedo saber si Z. irá al colegio o no lo hará. Considero poco probable que mi hija menor acuda al colegio, pero en cualquier caso, esto será algo que, como hemos hecho con D. valoraremos sus padres según lo que creamos que es mejor para ella en concreto, teniendo también muy en cuenta la opinión de la niña acerca de lo que ella desee, cuando esté preparada para expresar esa opinión.

Tengo una serie de razones de naturaleza muy diferente para prescindir de los colegios en la educación de D. Las principales razones son las siguientes:

1ª Mi experiencia personal en el colegio, si bien no fue nada mala (fui estudiante brillante, me encantaba aprender y además, a partir de cierta edad, fui bastante feliz en el colegio) sí que me posibilitó observar bien de cerca los peligros de este tipo de educación estandarizada. Durante todos mis años de escolaridad, y también por observarlo muy detenidamente en personas muy cercanas a mí, pude darme cuenta de qué modo hay un porcentaje de niños que no tienen cabida en el colegio, y que SIN QUE EL PROBLEMA PROVENGA DE SU FAMILIA DE ORIGEN son niños, que por algunas razones, se alejan de la normalidad imperante y necesaria para pasar por el colegio sin ser dañados por el sistema.

Hoy en día se habla de profesores de apoyo que intentan paliar estos problemas, pero la realidad sigue siendo la misma, niños estigmatizados y marcados desde pequeños con etiquetas de "conflictivo" "rebelde" "inatento" "poco capaz" "torpe" "lento" "inquieto" "raro" "difícil" o que se les cuelga cualquier cartel con un desorden que les sirve para poco más que llenarles la agenda de más y más clases de apoyo (logopeda, psicólogo, orientador escolar,...) en detrimento de su autoestima y de su tiempo de libertad y creación espontánea.

Niños que en lugar de ser aceptados como son se pasarán la vida luchando más que los demás para nunca llegar a ser como los otros, no porque sean "menos" sino porque son "diferentes", pero eso jamás lo sabrán, porque sus diferencias positivas serán constantemente ignoradas por un sistema que solo evalúa ciertos aspectos concretísimos de la personalidad.

Es decir, que mi primera razón para no escolarizar es porque sé que hay niños que en este sistema solo pueden fracasar, que desde el primer día ya se sabe, pero no se ofrecen alternativas reales para ellos, se les considera un "mal menor", un subproducto de una maquinaria que funciona a la perfección con el resto de la sociedad, por lo que no hay que preocuparse mucho de esos que no saben adaptarse a lo que funciona a los demás, un sistema que piensa que el fracaso será culpa de los fracasados (de su vagancia, de su poco empeño) o de su familia. Un sistema que se las tiene de integrador y que es muy excluyente con ciertas minorías.

2ª Mi segunda razón es de índole pedagógico.

Aún aceptando que a la mayoría de los niños el colegio no les causa ese daño, e incluso les funciona bien para aprender, aún así considero que hay demasiados casos en los que el sistema escolar asesina el gusto y la necesidad innata de todo ser humano de querer aprender.

Es más, se diría que es sorprendente que haya casos en los que el gusto por el aprendizaje sobrevive a semejante tortura. La búsqueda de resultados sustituye al placer de saber algo nuevo como objetivo educativo. El mensaje que la escuela envía a los niños es el siguiente:

Aprender es aburrido, es un trabajo para ti, un trabajo duro que es tu responsabilidad y que hay que hacer aunque no te guste, que ya sabemos que no te va a gustar y que te va a aburrir, pero debes hacerlo para obtener recompensas a corto y largo plazo. Estudia y saca buenas notas y obtendrás reconocimiento y aplausos ajenos, regalos, un trabajo bien remunerado, poder, riqueza, oportunidades, etc.

No se aprende para aprender simplemente, siempre es con una finalidad, porque ya se sabe que aprender es aburridísimo y una pesada obligación para los niños.

Este no es el mensaje que quiero que reciban mis hijos hasta detestar todo lo que huela a aprender.

3ª Mi tercera razón es de carácter práctico

No existen en mi región colegios de pedagogía adaptada a lo que yo considero que sería positivo para mi hijo. Tras intentar colaborar en la creación de uno de ellos me di cuenta de que la administración se empeña en ponerlo bien difícil para que solamente personas muy ricas o entidades con ánimo de lucro puedan crear centros educativos. Se hace de la educación un negocio amparado por el Estado.

4ª Una cuarta razón es ideológica. No confío en la buena fé ni del Estado ni de las autoridades educativas. Comprendo que ni ellos mismos pueden admitir la finalidad última que pretenden con la escolarización obligatoria, y entiendo que creen estar haciendo un bien social (lo que en muchos casos también es cierto, aunque no creo que sea la razón principal para que la educación sea obligatoria, creo que es una consecuencia, algunos niños se benefician de este hecho por casualidad). Creo que el Estado y los ciudadanos usan el colegio como centro de uniformidad y adoctrinamiento en los principios que les interese en el momento determinado al global de la sociedad.

En este momento actual el interés está puesto en el consumismo, ya que el crecimiento económico de los países occidentales está sustentado en un crecimiento constante del consumo por parte de sus ciudadanos.

Como ideológicamente me parece una idea aberrante que algún día la sociedad tendrá que asumir que tiene un techo que pronto llegará  a su fin, no deseo que a mi hijo le sea inculcada esta filosofía de vida, dañina para todos, irrealista y que fracasará más pronto que tarde.

5ª Y sobre todo, la quinta razón, pero la más importantísima de todas, mucho más allá que mis reflexiones ideológicas, pedagógicas, derivadas de mi experiencia personal o por incapacidad de tener la escuela que aceptaría para mi hijo, la principal razón para no escolarizar es MI HIJO.

Se trata de conocer a tu hijo y saber lo que necesita y lo que no necesita, lo que le va a ayudar a convertirse en la persona que debe ser y lo que le va a alejar de quien debe ser y de quien ya es. Saber lo que le va a dañar, lo que le va a favorecer, lo que hará feliz, lo que le hará ser un desgraciado,...

Esta es la única razón para mi marido y la principal para mí. Ambos conocemos al niño mejor que nadie, y sabemos lo que es bueno para él y lo que no lo es. Yo no pretendo ser tan prepotente como para dictar a los demás padres lo que es bueno para sus hijos. Parece que la sociedad sí es tan prepotente que cree saber mejor que yo lo que necesita mi hijo, lo que necesitan todos los niños. Pero en realidad a la sociedad le importan bien poco los niños y lo que ellos necesitan, desgraciadamente a la sociedad, un ente con vida propia que debería existir para servir a los ciudadanos y hacerlos más felices, a la sociedad solamente le importa ella misma y necesita estandarizar a sus ciudadanos y doblegarlos para que todos hagan lo que ella necesita para seguir siendo tal y como es y resistirse al cambio.

El miedo al cambio que existe en la conciencia general se extiende al miedo a lo diferente porque podría provocar el cambio tan temido. Esa es la realidad, lo demás (socialización, obligatoriedad legal, protección de los menores en situaciones de desamparo, bla bla bla) solamente son excusas para limpiar sus conciencias.

29 sept 2011

Encuentro de ALE Gandía septiembre 2011

Primero quiero disculparme por la tardanza en escribir sobre el encuento. Pero es que hasta ahora no he podido tener tiempo de comentar mis impresiones.

Estuvimos en Gandía los cuatro días. Hicimos mil y pico kilómetros para acudir, lo que no fue nada fácil con una bebé que cumplió un año en medio del encuentro. A mi marido y a mi hijo mayor no les entusiasmaba demasiado la idea, y yo esperaba que mereciera la pena el esfuerzo que había hecho hacer a todos por mi empeño de acudir.

He de decir que desde el principio todo comenzó a ir bastante bien. Los chicos se divirtieron mucho. Mi marido, como se siente muy a gusto con los niños (sobre todo si son niños ya un poco mayorcitos) se mimetizó entre ellos y fue uno más de la pandilla jajaja. Mi hijo vivió feliz a lo salvaje, apenas lo veía un poco en las comidas...

Yo, con una bebé en pleno apogeo de gateo e intentando ya caminar de forma insistente, intenté asistir a algunos talleres y algunas charlas, al final fui a muchos menos de los que me interesaban, y además a los pocos que asistí lo hice a medias, y creo que el único en el que me pude quedar hasta el final fue el que dio Sibila. Muy muy interesante, por cierto.

De todos modos ya iba sospechando que me sería imposible sacarle algo de provecho al magnífico y amplio programa que había preparado la organización. No pasa nada... otra vez será!!!

El encuentro me gustó mucho. Me sentí BIEN. Allí todo el mundo educaba en casa, como yo!!!! nadie me iba a juzgar por ello, nadie me iba a cuestionar, allí todos respetaban y comprendían mis razones para tomar una decisión tan rara, tan sumamente inusual, tan extravagante.

Me gustó hablar con otras familias, compartir pensamientos y reflexiones, conocer personas maravillosas como Carmen (Ipe), Bárbara, Ana, Carmen, Leticia, algunas con las que hablé mucho y ni siquiera recuerdo su nombre... ay qué despiste de persona!!!

Me encantó reencontrarme con amigos que hace más o menos tiempo que no veía, como Ana y Pedro y sus guapísimos peques, como Carmen y su maravillosa familia, o con Judith y su hijo tan mayor.

El lugar era ideal, me pareció precioso. El entorno, la piscina, el clima... La relación entre el precio y la calidad de las comidas y el estado de las instalaciones fue inmejorable.

Disfruté mucho y superó mis expectativas, aunque no pude aprovecharlo todo lo que hubiera querido porque estuve bastante escasa de energías. La preparación del viaje, que tuve que realizar en unas circunstancias un poco complicadas, y luego los mil kilómetros intentando lidiar con mi pequeño terremoto, me habían dejado exhausta.

El único punto negativo fue que dos horas antes de marcharnos nos avisaron de que nos habían roto el cristal trasero del vehículo.


No pasó nada malo. El seguro se hizo cargo, y además tuvimos la inestimable ayuda del marido de una amiga que nos facilitó el limpiar todas las maletas de cristales y nos ayudó a cerrar la parte trasera del coche para que pudiéramos circular.

El problema fue el agobio que me entró justo al momento de irnos el tratar de organizar qué hacer con todas las maletas, decidir cómo proseguir el viaje (con el coche roto o pedir un vehículo de sustitución), averiguar a dónde llevar el coche a reparar en una ciudad que no conocíamos, etc. Pero al final todo se arregló sin problemas. A veces nos ahogamos en un vaso de agua...

Desde aquí quiero agradecer a ALE, a Daragh y a todas las personas encargadas de la organización del evento todo su esfuerzo y deseo reconocerles su magnífico trabajo.


28 sept 2011

Objetivos de la educación de mis hijos

Últimamente he estado leyendo bastante acerca de la necesidad de tener una serie de cosas bien claras.

Además este año D. entra en periodo de educación obligatoria, lo cual nos indica que en cualquier momento podríamos vernos requeridos por la administración para dar explicaciones sobre nuestra opción educativa. Por lo cual creo que durante algunos meses voy a trabajar intensamente en hacer un trabajo de recopilación y exposición de ideas fundamentales para tener mayor seguridad interna, tanto a la hora de afrontar nuestro día a día como para un posible requerimiento oficial.

En este caso voy a abordar los objetivos a largo plazo que pretendo lograr en la educación de mis hijos. Por supuesto, serán objetivos ambiciosos, y procuraré no obsesionarme con lograrlos todos al pie de la letra, ni mucho menos que se consigan a una edad determinada, pero también creo que tengo claro que son objetivos generales y lo bastante importantes como para que no vayan a ir variando o fluctuando de forma sustancial.

Los objetivos que por ahora considero que mis hijos deberían alcanzar son los siguientes:

Espero que mis hijos sean personas que sepan convivir con los demás y disfrutar de las oportunidades que brinda la vida en sociedad.

También espero que mis hijos sean personas que sepan estar en silencio y en soledad sin angustiarse. Que puedan aburrirse y no tengan que hacer de su vida una carrera o una huída hacia adelante.

Espero que mis hijos puedan aceptarse tal y como son, lo que no significa renunciar a cambiar lo que en cada momento les haga infelices de su forma de actuar o reaccionar, sino que sepan hacerlo desde el amor incondicional a sí mismos.

Espero que mis hijos sepan afrontar las dificultades y las crisis como oportunidades para aprender.

Espero que mis hijos puedan desenvolverse con soltura en la sociedad que les toque o que elijan vivir, lo que implica tener capacidad para manejar aparatos electrónicos, hacer uso útil y consciente de las tecnologías de la información, aprender sobre sus derechos y deberes como ciudadano, saber interpretar todo tipo de documento oficial, conocer la actualidad socio-político-económica de la sociedad en la que vivan, etc.

Aunque también deseo que tengan acercamientos a otro tipo de sociedad que podría tocarles o podrían elegir vivir, para lo cual deben tener conocimientos sobre agricultura, ganadería, bricolaje, albañilería, reutilización de materiales, uso de energías alternativas, etc.

Espero que mis hijos sientan gran respeto hacia los demás seres vivos y a la naturaleza. Espero que aprendan a respetar las diferencias de todo tipo, pero sobre todo de opinión y creencias ajenas.

Espero que mis hijos sientan gran respeto por sí mismos y aprendan a exigir ese respeto cuando se haga necesario ante los demás.

Espero que mis hijos se conozcan lo suficiente como para elegir de forma libre y consciente una ocupación en la que puedan disfrutar y con la que se sientan plenos y realizados.

Espero que, si eso es lo que necesitan ellos, sean lo suficientemente flexibles y valientes como para poder explorar diferentes ocupaciones siguiendo los ciclos de vida que les toque vivir, y no se queden apegados a algo que ya acabó por miedo al cambio.

Espero también que puedan aceptar de buen grado la posibilidad de dedicarse durante el tiempo necesario a otros trabajos que no les motiven si les resulta necesario para cumplir con sus responsabilidades o sobrevivir.

Desearía que mis hijos se vincularan a otras personas no por "necesidad" o por "miedo a la soledad" sino más bien por gusto de estar con el otro y querer compartir.

Querría poder ayudar a mis hijos para que encuentren la manera de poder expresar sus emociones y gestionar los conflictos sin crearse problemas ni dañar a otros, pero también sin dañarse a sí mismos ni reprimir lo que sienten.

Espero que sean personas honradas y aseadas y que vivan en un hogar digno, en condiciones aceptables de orden y limpieza.

También espero de ellos que sepan alimentarse de forma adecuada y cocinar lo preciso.

Un objetivo fundamental de la educación que deseo transmitirles es el riesgo y el gran poder de las adicciones, tanto las físicas (drogas, alcohol,...) como las mentales (ludopatías, televisión, redes sociales...)

Y como no he reflexionado todavía largo y tendido sobre el tema, dejo esta entrada abierta para poder ir haciendo las modificaciones precisas que considere oportunas.